El alumnado de 2º de Mecanizado aprende más y mejor a través de los retos colaborativos de la metodología ETHAZI. Además de las competencias técnicas que han obtenido, han logrado otras competencias transversales esenciales para su futuro laboral como trabajo en equipo, comunicación, implicación o responsabilidad.
Este año han realizado un coche clásico a escala comenzando por el boceto y el diseño de planos de cada pieza. Crean los programas de CNC y los comprueban en simuladores, mecanizan, imprimen en 3D, aprenden a soldar y así hasta un largo sinfín de tareas, hasta que montan el conjunto y le aplican la pintura con spray.
Y aunque esto parezca ambicioso, el reto ha sido mucho mayor. Los alumnos entregan una memoria del proyecto en word, realizan una presentación oral pública acompañada de un power point y suben los vídeos a tiktok y a la nube.
Esto es el colofón a un curso en el que cada día han trabajado la expresión oral a través de breves presentaciones individuales de temática libre, pero con las que desarrollan nuevas competencias en comunicación.
El compromiso y la implicación en el grupo queda rubricado a través de un contrato de colaboración que, para quien lo incumple, puede suponer hasta la expulsión del grupo. Antes de la pandemia, los chavales llegaron a realizar en este tipo de proyecto incluso » la venta» del producto en los pasillos del centro.
En este vídeo elaborado por el propio alumnado, podéis ver las diferentes tareas que realizan en el reto:
Satisfacción entre el alumnado y el profesorado
El alumnado valora muy positivamente el aprendizaje a través del reto. La satisfacción que les produce trabajar con este nivel de implicación es mucho mayor que la que tenían antes de incorporar la metodología ETHAZI. Ven que son capaces de realizar el proceso de principio a fin y comprueban que las empresas reconocen este trabajo, por lo que también mejoran sus expectativas. Gran parte decide continuar formándose y se matriculan en el Ciclo de Grado Superior.
Para el profesorado, aunque supone una mayor carga de trabajo y mucha implicación personal, también es mucho más satisfactorio. Para facilitar el uso de la maquinaria, por ejemplo, Carlos Echeverría, responsable del grupo, grabó en vídeo las explicaciones de uso de cada aparato y generó unos códigos QR para que los chavales tuvieran acceso a esos tutoriales y pudieran trabajar de forma más independiente. «Los chavales adquieren una mayor autonomía en todo el proceso, se equivocan más, son más conscientes de sus errores y, por lo tanto, aprenden mucho más y mejor», concluye.
Os presentamos al alumnado de 2º del CGM de Mecanizado, protagonistas del reto y autores del vídeo. Enhorabuena!
